Excelente trabajo. ¡Impecable!. Creo y lo he sostenido desde hace tiempo que el "arte es bueno o es malo" y sí bien puede o hay opciones no tan tajantes, quedan en la zona de los grises.
En tu caso, disculpa desde ya mi intromisión, es "bueno", diría mucho más: "excelente". No hay otra posibilidad ante una imaginación frondosa como la tuya y una realización acorde a la misma.
En lo que había "mirado", "gozado" y "observado" de tu producción digital, hay, creo un cambio y complementación con lo anterior, en ésta obra. Una construcción espacial más notoria, un signo plural en la lectura de la misma, una de tus características en mi modesta opinión. Un retorno también más marcado a la figura humana pero...¡vaya! que figura, que representación. Uno, al menos yo, me asombro como con tantos elementos se construye un personaje pictórico, "digital" tan estupendo.
Radamés Buffa
Escritor - Creador Visual
Uruguay
José hoy tu ilustración digital representada por la ficción y el ilusionismo, nos regala una nueva visión de tu gama en las tonalidades pictóricas en dónde el rojo es determinante, para mostrarnos este trovador de los siglos del Mío Cid, tratando de hacernos llegar un mensaje desde las cuerdas de su guitarra de alguna realidad de nuestro siglo. Excelente.
Yaseret D'Lima
Poeta
Venezuela
La fantasía José es una de mis debilidades y este personaje Trova-dor, es un ser de un mundo difuso y fantástico lleno de misterio. Me encantó, el colorido es genial y la proyección espacial y compositiva, acentúan el aire ilusorio que habita en la dimensión que plasmas, en la cual evocas una música misteriosa, más allá de la imagen.
Patricia Helena Veles R.
Escritora
Colombia
Su obra setenta y 7 es una joya de genial hermosura; su colorido, su semblanza inimitable, sus labios, su tez, sus ojos, todo en esa obra llega a la excelencia y creo que es muy difícil igualarlo porque, como el arco iris, hecho por Dios, este lo hizo usted y nadie lo puede repetir, que Dios lo siga premiando con ese privilegio de envidiable dimensión y siga mostrándonos joyas de esa clase en el escriño de su mente incomparable. Esto es de genios, no de comunes ensayistas de arte y belleza.
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